Otro de los poemas de Nada personal que marca el tono de la primera sección. A Bernardo Atxaga parece que le gustó, o al menos, me dijo que también era sobrino de tío Salva.
TÍO SALVA, EXDIRECTOR DE BANCO
En este mismo sofá
descansaba el tío Salva, jubilado,
mientras leía sus cuatro cotidianos diarios,
las tres revistas de opinión y morbo,
y degustaba su copazo o dos de Mágnum,
tras lo cual se defecaba en el Caudillo
y en todos los mangantes circundantes.
En este mismo sofá
Me conminaba a ser astuto,
a trabajar de duro por mis sueños,
a no regalar ni un ápice de aquello
que hubiera conquistado.
A conservar amigos, pero no darles todo,
a no fiarme de la sombra propia,
a arrojar alguna piedra sin destapar la mano,
a ser culto, a ser fuerte, a no pasar la vida en vano.
En este mismo sofá.
Y ahora que le sacudo el viejo polvo
que quizá cayera en esos días
me pregunto si, pasado mucho tiempo,
algún hijo, sobrino o quizá nieto
recordará así mis consejos de este mundo
que no me servirán donde haya ido.
Y, si lo que amasare en esta vida
a fuerza de tesón y de constancia
superará lo que logró mi pobre tío
antes de volverse amarillento
y cambiar por fría
losa el blando asiento.
Comentarios
Publicar un comentario